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De Elefante Blanco a gigante de los congresos en Cuba

Por: Lic. Arnaldo Sánchez

La mayor sede de los eventos en Cuba, el Palacio de Convenciones de La Habana, celebra en septiembre próximo su 35 aniversario. En la actualidad, consuma cerca de 40 reuniones internacionales al año, pero los inicios de la institución fueron inciertos. Según testimonian directivos de la entidad, el Palacio se creó en 1979 para la realización de la VI Cumbre de Jefes de Estados y de Gobiernos de los Países No Alineados. Luego del éxito de la Cumbre, la sede habanera, y primera del país, se adentró en el turismo de eventos por un camino tortuoso, que le ganó el apelativo de Elefante Blanco. Para el M. Cs. Octavio Pérez, director del Palacio de Convenciones de La Habana, la sede fue bautizada así en analogía a la fábula del rey de Siam, actualmente Tailandia, según la cual se calificaban como Elefante Blanco a las posesiones valiosas, cuyo costo de mantenimiento excedían su utilidad o valor. Sin embargo, para un grupo de los más de 50 fundadores que aún laboran en esta institución, ese simbolismo se vincula con la leyenda india de los tres grandes sabios, quienes buscaron la verdad suprema en el Sagrado Elefante Blanco. Al igual que la historia del Palacio de Convenciones de La Habana, los tres sabios, desde sus experiencias individuales, concluyeron que la verdad “…es larga, rugosa y flexible”, “…dura y mediana, como un grueso tronco de árbol”, y “…fina, amplia y se mueve con el viento”. Desde diferentes puntos de vista, los directivos y fundadores del Palacio, como Zoraida Padrón  (oficial de salas), Esther Rodríguez (editora de textos) y Clara Jaime (auxiliar de limpieza), al igual que los tres sabios citados por la fábula, difunden su concepto de la verdad sobre la sede habanera: un devenir que la hace merecedora en la actualidad de la condición de gigante de los congresos en Cuba.